13/06/2023 Spagna, (España)
“If you ever come across anything suspicious like this item, please do not pick it up, contact your local law and/or enforcement agency for assistance”.
La munición que se empleó durante los años que duró la Guerra Civil (1936-1939) todavía se encuentra distribuida por el territorio español. El problema llega cuando se trata de artefactos explosivos sin detonar, también conocidos como UXO (Unexploded Ordnance), los cuales constituyen munición que se disparó, tiró o proyectó, pero que nunca llegó a explotar. Ante la incesante aparición de estos elementos bélicos, en enero de 1975 se creó la unidad policial de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX), dedicados a la desactivación de estos artefactos explosivos. Sin embargo, en muchas ocasiones no es este equipo de profesionales quien encuentra las bombas o munición, sino los ciudadanos. Una situación que supone todo un problema, ya que es posible que estos no sepan cómo actuar ante una situación de esta envergadura que podría llegar a costarles la vida si no se siguen unas medidas preventivas. Pero ¿entonces qué hay que hacer si se encuentra uno de estos artefactos explosivo? Lo primero que hay que recordar es que estos elementos pueden explotar, por lo que es muy peligroso acercarse a ellos. En segundo lugar, no se deben coger ni tocar, ya que si se hace uno de estos movimientos con un proyectil de artillería, puede provocarse una explosión. Posteriormente, es conveniente alejarse del lugar en el que se encuentra la munición de combate y llamar a 112 para que sean los servicios de emergencias quienes se hagan cargo de la situación.
Las apariencias engañan
En la mayoría de los casos, estos artefactos presentan un aspecto muy viejo, deteriorado, oxidado u incluso puede dar apariencia de estar roto, algo normal ya que muchos de ellos son de la Guerra Civil y, por tanto, tienen más de 80 años. Sin embargo, su apariencia no debe engañar a los ciudadanos, ya que el mecanismo interno puede mantenerse en perfectas condiciones. Y es que, la mayoría de estos artefactos están llenos de explosivos que se conservan intactos, por lo que pueden explotar en cualquier momento. Según detalla la Generalitat de Cataluña, los artefactos más habituales que se han encontrado en esta comunidad son las granadas de mortero, los proyectiles de artillería, las granadas de mano tipo piña, las granadas de mano universal y las bombas de aviación de diferentes tamaños y peso. Además, también han recogido cuales son los lugares más frecuentes en los que ha aparecido esta munición de guerra. En concreto, destacan las cuevas, grutas, escondrijos, antiguos búnkeres o trincheras; las playas o zonas de costa con rocas, ya que en muchas ocasiones las minas antisubmarinas son arrastradas por el temporal marítimo o extraídas por las redes de los pescadores; en los bosques, donde son los excursiones quienes dan la voz de alarma; en zonas y campos de cultivos, donde son extraídas por los campesinos que se disponen a labrar el campo; y en excavaciones, obras o reformas.
La policía aprovechó para recordar que “en caso de encontrar cualquier tipo de proyectil, no se debe bajo ningún concepto manipular ni tocar, debiendo avisar a las fuerzas y cuerpos de seguridad a la mayor brevedad para tomar las medidas de seguridad necesarias”.
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