14/12/2021 Spagna, Catalogna, Tarragona
“If you ever come across anything suspicious like this item, please do not pick it up, contact your local law enforcement agency for assistance”
ÀNGEL JUANPERE
«Una persona que había ido a pasear a Montsant se encontró una granada de mano. Se subió al coche y la llevó al cuartel de Cambrils, con el peligro que ello supuso, principalmente para él. En otra ocasión llevaron un artefacto desde Montserrat hasta la Comandancia de Tarragona». Son dos de las anécdotas que explican los agentes del Grupo Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (Gedex) de la Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona, que desde 1985 y hasta el pasado mes de septiembre han destruido 2.110 artefactos y 94.801 piezas de otros ingenios –espoletas, cartuchería, bengalas de señalización marítima, artefactos pirotécnicos, etc–. Muchas personas ven uno de estos artilugios muy oxidados y degradados y piensan que ya no es un peligro. Pero en su interior la mayoría albergan todavía una carga explosiva intacta, alertan los expertos. A lo largo de estos años, los agentes adscritos al Gedex han pasado por diversas fases o momentos históricos. Desde los atentatos terroristas de ETA y GRAPO hasta la llegada de la amenaza biológica con el ántrax, pasando por las amenazas de bomba en el litoral tarraconense de 1999 o el terrorismo yihadista. Pero también han tenido que inspeccionar grupos organizados que atacaban cajeros automáticos con gases y bombas o las explosiones de gas en edificios.
Su llegada
El Grupo de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil se desplegó en Tarragona en 1979 y eran tres agentes. Durante estos años el máximo han sido seis y actualmente son cinco. El Tedax más veterano en Tarragona lleva 34 años destinado y sigue activo. «Dependiendo de la incidencia salen más o menos. Pero el equipo mínimo son dos», señala el sargento responsable del Gedex, Félix Gómez. Desde hace unos meses, los guardias han vuelto a recuperar el ritmo de trabajo, porque por ejemplo durante el confinamiento no se hallaban artefactos de la Guerra Civil para su destrucción. Terminado el toque de queda, la gente ha vuelto a salir al campo y con ello han vuelto los hallazgos. La Batalla de l’Ebre ha dado mucho trabajo al Gedex. «Después de la contienda, la gente cogía los artefactos para chatarra, para conseguir dinero con el metal. Después se ha pasado al coleccionismo», aseguran. Comentan que «la gente sigue guardando artilugios.
Foto-Fuente: diaridetarragona.com
La policía aprovechó para recordar que “en caso de encontrar cualquier tipo de proyectil, no se debe bajo ningún concepto manipular ni tocar, debiendo avisar a las fuerzas y cuerpos de seguridad a la mayor brevedad para tomar las medidas de seguridad necesarias”.
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